El mundo de las tarjetas NFC

Cuando se habla de tarjetas NFC, estamos hablando de una tecnología que opera en una frecuencia de 13,56 MGhz, utilizando los principios de la tecnología RFID (identificación por radiofrecuencia), eso sí, aprovechando el uso que todos hacemos de los teléfonos móviles y sus capacidades de cómputo. Se puede decir que combina la conectividad de la radiofrecuencia con las posibilidades de intercambio de bluetooth. Su alcance máximo, y ojo que estoy hablando de un máximo, es de 20 cm, por lo tanto, sólo sirve para la interconexión de dispositivos, a través de validaciones, que se encuentren cercanos físicamente. Un dispositivo envía una señal (móvil con NFC) y otro la recibe (punto de venta dotado de tecnología NFC).

La capacidad de información que se transmite es mínima, no como en bluetooth donde si hay mayor trasmisión de datos. Aquí principalmente se lleva a cabo una identificación y validación de datos de un usuario a través de un número secreto, es decir información que ocupa muy pocos bits, como se puede hacer con las tarjetas de débito. Pero la ventaja que tiene, es que al emitir en un corto radio de acción aumenta claramente la seguridad de los intercambios y evita conexiones accidentales.


Pero, cómo se utiliza esta tecnología? Para ello, es necesario incorporar o integrar un chip NFC dentro de la tarjeta SIM del usuario en un móvil, a modo de tarjeta de crédito o tarjeta monedero. Y es tan sencillo como acercar la tarjeta o el dispositivo con el chip NFC integrado a un lector, los dispositivos entran en contacto, de forma que los pagos realizados por éste se añaden a la factura mensual del teléfono o tenemos la posibilidad de asociar la tarjeta a una cuenta bancaria. Es tan sencillo, que no necesitamos configurar nada ni pulsar ningún botón, eso sí, no sólo podemos usar el móvil, también otros dispositivos podrían tener este sistema, por ejemplo, postes informativos, televisores, equipos de música, etc…

Para qué se puede utilizar esta tecnología?. Pues, por ejemplo, para entrar al sistema de transporte del metro y en los trenes. Ya no necesitaremos bonometros, ni tarjetas abono transporte, ni billetes sencillos, y de paso, podríamos consultar horarios, itinerarios, compra de billetes, recarga de viajes o comunicaciones de la compañía de turno. Podríamos acceder a las habitaciones de un hotel sin llaves, ni tarjetas, únicamente pasaríamos nuestro móvil, tendríamos asociado nuestro código a esa habitación y pagaríamos la habitación pasando el móvil por cualquier dispositivo que ejerciera de punto de venta (una televisión, etc…)

También podríamos realizar compras en áreas y centros comerciales, permitir el pago de canciones o películas desde cualquier lugar y dispositivo, es decir, desde un anuncio de un cantante en una marquesina a una tienda de música. Podemos acceder a un cajero automático sin necesidad de introducir una tarjeta, pagar en un aparcamiento pasando el móvil por el lector tanto en zonas de limitación horaria como en parkings de pago, comprar en una máquina de refresco, etc … y todo ello, sin llevar dinero en metálico.

Ese es uno de los cambios más significativos que podrían ocurrir en los próximos años, y es que la gente comience a no usar el dinero en metálico para nada. Desaparecerían muchos sistemas de pago existentes hoy en día, incluso gente que tiene ese trabajo. A cambio, se haría necesario la implantación de puntos de venta NFC para realizar la conectividad en todas esas operaciones. En cualquier caso, si el sistema es eficaz o no, se irá comprobando con la aceptación de la gente a esta tecnología.