FRASE DEL AÑO


FRASE DEL AÑO

"Al político ni agua, y si tiene sed, polvorones".


miércoles, 23 de marzo de 2011

Las mujeres no saben conducir

Obviamente, decir esto así, a palo seco, es muy “heavy”, muy superficial, pero sobretodo muy injusto. Toda teoría, y esto lo es (os lo aseguro, por la gloria de mi madreeeeeee), tiene sus excepciones. Hay mujeres que saben conducir, que saben realizar lo que se llama una conducción fluida. Os lo aseguro. Las he visto hacerlo.

Este concepto es vital. Cuando vamos a la autoescuela para sacarnos el carnet de conducir hay un hecho curioso que no debéis dejar pasar de largo. Por un lado, están los test con los que practicas las preguntas, exámenes, etc… y por otro lado está el profesor de la autoescuela, de cuya experiencia puedes aprender muchas cosas, que no vienen explicadas en el librito de la conducción. Pero el hecho al que me refería anteriormente, es el siguiente. La mujeres hacen los test como los hacen los hombres, pero las explicaciones del profesor, pues como dice la canción, depende. Atender, atender, no es que atiendan mucho, de eso te das cuenta, por las preguntas que hacen y sobretodo por las respuestas que agreden al profesor que osa hacer la clase participativa a costa de ingeniosas cuestiones.

Ahora en serio, el concepto conducción fluida lo es todo si quieres saber conducir. Conducir de forma fluida significa no llevar una velocidad anormalmente reducida, ni una velocidad excesiva, que te obligue a ir frenando continuamente. Ambas situaciones provocan retenciones, atascos y lo que es peor, accidentes, generando múltiples peligros.

Y quiénes suelen conducir de forma nada fluida?. Si, lo habéis adivinado. Las mujeres. Cuántas veces me he quejado de una mala acción al volante utilizando la siguiente expresión: “Será lechón el tío, que no tiene ni puta idea de conducir”, esta expresión está pasada por el tamiz literario, ya que sin pulir suena algo peor. Pero cuán grande es mi sorpresa al ver a una mujer al volante (peligro constante).

Esto sucede un 90% de las veces. Pero voy a ser más gráfico para que lo entendáis. Las mujeres, cuando se tienen que incorporar por un carril de aceleración para acceder a una autovía o autopista, comienzan en el carril de aceleración, siguen en el carril reduciendo velocidad y cuando ya se termina, se acaban parando en el carril de aceleración. Mira que está clarito, carril de aceleración, a lo mejor es para acelerar, a lo mejor, vete a saber!!!, cuando lo normal sería ir adecuando la velocidad de nuestro coche que se incorpora a la de los coches que vienen en dicha vía, generando una conducción fluida, la situación real es que las mujeres no sólo van reduciendo sino que generan atasco con sus miedos e indecisiones y dificultan por tanto, la incorporación de vehículos que vienen por detrás.


Otro problema con difícil solución es la incorporación de las mujeres a una rotonda. Aquí no podemos pedir fluidez, porque no son capaces de ir mirando a su izquierda para ver si vienen vehículos o no, y a qué distancia vienen. Ellas ven un ceda el paso y son felices, porque lo aplican como si fuera un stop. Lo malo, es que no ven el momento de incorporarse. Siempre es mal momento. No les da tiempo. Total, que tras 5 minutos, te acabas encendiendo y luego resulta que eres un incívico, un repugnante machista y hasta seguro que has matado a Manolete.

En una rotonda si adecuas tu velocidad al tráfico que viene incorporado en dicha rotonda, a lo mejor no es ni necesario parar, y la conducción se hace fluida. Y si hay que parar te paras, pero estando muy atento a salir y con velocidad, no parado para no dificultar la marcha de los que vienen por la rotonda. Parece de cajón. Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Y ojito!!!, que algunas lo hacen bien, insisto.

Por qué la mujeres tienen tantísimos problemas a la hora de aparcar en línea?. Se ponen paralelo al coche que está aparcado delante, y comienzan la maniobra de marcha atrás. Pero giran el volante tanto, que meten todo el culo casi perpendicular a la acera, por lo tanto, golpean las ruedas traseras con el bordillo, con lo malo que es eso para los ejes traseros. Como ven que no entra, sacan otra vez el morro. Esta maniobra se puede repetir varias veces y si miras por el espejo retrovisor, empiezas a ver una procesión paciente de vehículos, dónde los más lejanos se creen que debe haber una manifestación de ecologistas desnudas protestando por el derecho del castor a hacer presas en los ríos. Pues no, es una mujer. Sólo una. Al final, los demás comienzan a hacer sonar sus claxón y la mujer nerviosa comienza a aparcar, eso sí, al estilo de las 500 millas de Indianápolis, es decir, a golpes. Adelante, atrás, giro de volante sin mover las ruedas, lo que lleva a un alto gasto de neumáticos. Y cuando aparca y le ves la cara, piensas, y luego la Iglesia está en contra del condón, joderrrrr!!!!

Pero a mí, me encanta cuando alguna cadena de televisión las entrevista acerca de la reducción de velocidad en autovías y autopistas. Y a usted que le parece que la velocidad en autovías pase de 120 km/h a 110 km/h?, ah pues a mí me parece muy bien porque la gente va muy deprisa y cada día hay más locos. Si, hay más locos pero no por correr, sino por cómo adelantaros cuando vais pisando huevos, que parecéis los saltamontes melancólicos del bosque.

En serio, tan peligroso es correr, como ir despacio o hacer maniobras imprudentes. Se trata de velocidades anormalmente reducidas, es decir, velocidades que no son las idóneas para la vía en cuestión y esto puede provocar accidentes en otros conductores que realizan una conducción fluida. También se pueden provocar frenazos, que generan mayor consumo al acelerar para recuperar la velocidad perdida. Pero sobretodo, hay que tener en cuenta que en cualquier vía no vamos solos y por eso es importante no acosar con velocidades excesivas, ni molestar con velocidades reducidas. Lo dicho, conducción fluida.

Sólo una cosa más. Por alguna causa especial es imprescindible encender la luz antiniebla trasera cuando sólo está lloviznando?. Lo dejo ahí en el aire.

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lunes, 7 de marzo de 2011

Dónde están nuestra libertad e intimidad?

La visión que George Orwell plasmó en su obra 1984, es una visión profética de los años 40 acerca de una sociedad totalitaria.

Creo que en esta obra Orwell no sólo denuncia, sino que también pone de manifiesto como dos conceptos fundamentales y que son intrínsecos a la naturaleza del hombre, son abandonados por el propio ser humano. Me estoy refiriendo por un lado, al hecho de asumir como corderos la pérdida de libertad en cada una de nuestras acciones y por otro lado, exhibir nuestra intimidad de forma pública y notoria.

Estos dos aspectos están muy ligados entre sí y en ellos queda constancia la manipulación a la que nos podemos ver sometidos si no tenemos libertad y no disponemos de espacios de intimidad. Orwell anticipa en su obra las claves de un panorama cada vez más cercano y que ya no nos resulta salido de la ciencia ficción. Es curioso como hay gente avanzada que consigue estar de plena actualidad aunque casi haya pasado un siglo, y como la Historia reivindica su carácter cíclico. Todo se repite y la desmemoria nos aboca a repetir los errores de los que deberíamos aprender.

Si echamos un vistazo a la televisión actual, nos encontramos, cada vez más, con programas que incluyen contenidos que pomposamente se denominan “reality show”, para intentar dar entidad a un contenido que no cuenta, ni con creatividad, ni imaginación, ni destaca por ningún alarde literario o artístico. Como los propios “creadores, y profesionales” que integran dichos programas se hartan de decir, estos espacios reflejan la vida misma, pero yo diría que van un poco más allá. Desnudan al personaje que se adentra en esos programas, hasta el punto de no tener secretos para el resto de mortales lo que le hace invulnerable, ya que los demás tienen toda la más íntima información sobre él. Y lo que es peor, lo empezamos a ver tan normal que como se hacen "famosos" y ganan un dinero, existen cientos de miles de personas cuyo objetivo es participar, sin pensar que, aunque se gane algo de dinero, se pierde lo más intrínseco de cada persona.


Pero mi reflexión no va dirigida a culpar a los gobiernos de la falta de libertad y de intimidad a la que nos someten, sino que va dirigida a culpar a los propios ciudadanos, que dejamos de lado la defensa de estos dos derechos fundamentales. No hemos dado la batalla en defensa de dichos derechos. Hemos asumido la pérdida paulatina de éstos, y con resignación, no sólo los añoramos, sino que en la gran mayoría de las ocasiones, participamos en su desaparición y enterramiento. Todo, menos reivindicarlos y luchar contra aquellos que intentan directa y subliminalmente arrebatárnoslos.

Sin duda, nos interesan otras cosas. Hoy en día nos ponemos en pie y salimos a la calle, por otras cosas demasiado vanales como puede ser, por nuestro equipo de futbol, por nuestro líder religioso, por los carnavales, por el orgullo gay … y seamos sinceros, por poquito más. Cosas vitales para nuestra existencia como la libertad y el derecho a la intimidad deberían ser defendidas inmediatamente que notásemos que pueden ser vulneradas. Pero hemos entrado en una dinámica de adocenamiento y borreguismo, que llegamos a "pensar" que esa defensa es cosa de alguna asociación, de algún político, en definitiva de otro, es decir, alguién saldrá que mis derechos defenderá.

Y si no es así?, y si nadie los defiende?, que por cierto, nadie nos defiende porque es muy fácil venderse al poder, y si se vulneran y atropellan un día sí y otro también?, entonces, qué hacemos?, pues de momento, la respuesta es buscar el teléfono de la cadena de pago que retransmite los partidos del domingo para abonarnos cuanto antes, o cambiar de canal a un debate ficticio sobre un problema inexistente entre personajillos de la prensa rosa. Y poquito más.

Pero no nos damos cuenta lo que está pasando?. Nuestros gobiernos cuentan con medios de localización, escuchas y seguimientos de cada uno de nosotros, que igual que emplean para mejorar la sociedad también son utilizados torticeramente cuando les conviene. Pero ojo, no digo que nos espien, digo que si quieren hacerlo, pueden hacerlo. Y nos tendrían permanentemente controlados. Lo dicho, sin libertad y sin intimidad. Pues encima para colmo, nosotros vamos y se lo facilitamos todavía más. Si ya lo tenían fácil, se lo ponemos todavía más fácil.

Nos registramos en redes sociales donde nos desnudamos con datos muy importantes, rellenamos cuestionarios para multinacionales, a cambio de sorteos que nunca tocan, pero eso sí, nosotros hemos facilitado datos personales que van a parar a bases de datos incontroladas, aunque nos digan que los mismos están protegidos. Y si no lo están?, primero, te tienes que dar cuenta, segundo, inicias una serie de reclamaciones a la atención del cliente, tercero, acudes a alguna asociación de defensa al usuario y cuarto denuncias, y con muchísima suerte, ganas un juicio al cabo de 8 años, y mientras tanto, la empresa ha manejado tus datos como los de los demás, y si pierde un juicio le compensa, ya que ha utilizado otros muchos datos de otros muchos usuarios, con los cuales ha realizado un suculento negocio. Así que uno que proteste, no es problema.

En serio, nos tenemos que dar cuenta, que cada vez más estamos perdiendo nuestra intimidad y por ende, nuestra libertad. Nuestros curriculums corren por la red, nuestras fotos son compartidas, y esto es imparable. Los gobiernos del mundo con el apoyo de las multinacionales son grandes hermanos que nos vigilan y nosotros somos pobres gacelas individuales que estamos a merced del poderoso león gobernante. Pero sabeís qué os digo?. Los culpables somos nosotros. Nosotros nos hemos dejado invadir, pisotear, y manipular, porque el ciudadano empieza a no pensar, ya que en el mundo automatizado en el que vive, quiere que todo se lo den hecho, y hasta el pensamiento está bien cocinado y preparado, listo para abrir, calentar y engullir, y lo demás … pan y circo, que es lo divertido.

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viernes, 4 de marzo de 2011

El futuro del cloud computing en la empresa

Por qué creo que el cloud computing tiene el potencial necesario para dar respuesta al mercado empresarial que existe en España en estos momentos?. Si reflexionamos mínimamente, el cloud computing nos promete, cero costes de capital, una infraestructura bajo demanda y eso sí, unos bajos costes operativos. Es decir, una combinación que bien agitada puede proporcionar a las empresas grandes beneficios económicos, su supervivencia en malos tiempos y la posibilidad de que no sólo la gente joven, sino cualquiera, pueda montar su empresa con menores costes.

Pero no todas las empresas tienen las mismas necesidades, por lo tanto utilizarán el cloud computing de forma diferente. Por ejemplo, para las PYMES, pequeñas y medianas empresas, los mayores atractivos se encuentran en un nuevo modelo que les permite una rápida innovación y una opción para poder entrar en el mercado empresarial con un mínimo de competitividad, ya que los costes se reducen a la vez que se dispone de una verdadera tecnología de empresa, que de otra forma, es decir, la forma que hasta ahora hemos conocido, podría costar millones construir.

Sin duda alguna, para una PYME que comienza seguramente utilizará todos y cada uno de los distintos modelos de servicios cloud disponibles, según sus necesidades, pero una PYME, que lleve ya años en el mercado, a lo mejor no está interesada en todos los servicios que le puede proporcionar el modelo de servicio de aplicaciones SaaS, aunque en alguno en concreto, si. Este modelo se encarga de gestionar aplicaciones como puede ser CRM o incluso el propio correo electrónico, todo realizado mediante la web.


Sin embargo, una PYME consolidada o con unos pocos años de experiencia puede ver muy factible la utilización del modelo de entornos PaaS, mediante el cual se les proporciona a las empresas un entorno para desarrollar y desplegar fácilmente aplicaciones web escalables, de forma que dichas empresas no tienen necesidad de invertir ni gestionar una infraestructura.

En cualquier caso, todas las empresas grandes, medianas y pequeñas pueden ver muy útil, el modelo IaaS, por el cual tienen la posibilidad de acceder a todo tipo de recursos básicos de carácter informático, como puede ser la gestión del almacenamiento y disponibilidad del espacio en disco, así como servidores virtuales con la incorporación de software, todo ello utilizado como un servicio bajo demanda.

Y qué puede hacer una gran empresa?, pues seguramente como estas empresas ya cuentan con canales online, infraestructura, aplicaciones de todo tipo, e incluso software con sus licencias correspondientes, tienen la opción de aprovechar una combinación de servicios de nube pública, es decir pueden optar por los recursos que se ha comentado anteriormente según se vayan necesitando, así como servicios de nube privada, es decir, con lo que ya se cuenta, migrar el modelo a una nube interna de la empresa gestionada por ella dentro de su propio firewall en la que se comparta de forma dinámica las distintas aplicaciones, contenidos y software dentro de la empresa y por supuesto, con reducción de costes a nivel de hardware principalmente. De esta forma se ahorrarían muchas partidas destinadas al mantenimiento de centros de datos, que no es que desaparezcan, pero sí, se reducirían.

Con esto último a dónde quiero llegar?, pues muy fácil. El cloud computing es una arquitectura que se puede utilizar de forma modular, dependiendo de las necesidades, exigencias y conveniencias del cliente. Cúal es la asignatura que las empresas deben aprobar?, pues la migración del modelo actual al modelo virtual.

Si os daís cuenta, Internet es el enlace común entre todos estos módulos o modelos de servicios de cloud, eso significa que pueden surgir problemas de rendimiento, fiabilidad, seguridad, escalabilidad, etc … por lo tanto, las migraciones, integraciones e implementaciones del cloud computing en cualquier empresa no sólo supondrán un problema a nivel de tener claro qué ofertas del modelo cloud convienen a la empresa en cuestión, sino además tener en cuenta los problemas que son propios de Internet, es decir, de estar conectado permanentemente a la nube, no del cloud computing, sino de la propia Internet.

Como este problema ya se ha planteado, la solución se ha puesto en marcha, pero ésta es otra historia. Sólo os adelantaré, que para solucionar esto existen unos servicios que optimizan la nube “cloud”.

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