Descubrirse como motero

Tengo unos primos en Valencia, que decidieron comprarse hace 2 años una moto, pero no una moto cualquiera, sino una moto Honda Deauville NT700-VA-8. En Madrid, tengo otros primos que hace unos añitos, se compraron una Harley Davidson y cada vez conozco a más gente que se está comprando motos de este calibre. Perdón, no se las han comprado. Se las han regalado a ellos mismos, porque estas motos no se compran, se regalan como premio a haber trabajado durante años, haber criado a sus hijos, haber dedicado demasiado tiempo de su ocio a terceros. Total, que después de tantos sacrificios llega un día que te encuentras bien, no tienes las responsabilidades de antes, has madurado convenientemente y vas a una tienda de motos y dices “porque me lo merezco”.

Y en ese reposo del guerrero te planteas una duda existencial. Con o sin casco? O lo que es lo mismo, sigo con el coche o paso a la moto?. Pensarlo bien, amigos. Yo conozco a estos tipos. Antes iban en sus coches, disfrutando de la música, calentitos o fresquitos, dependiendo de su climatizador, con sus asientos regulables y adaptables y de repente, se suben a una moto y les empieza a fascinar la libertad que se siente cuando el aire les toca directamente, la forma de ver el paisaje sin carrocería por delante y sobre todo el hermanamiento que se produce con otros moteros que están disfrutando de su misma experiencia. En serio, curiosamente dan un giro a su vida de 180 grados. No, no. No estoy exagerando. Repito. Conozco a estos tipos. Les he tratado antes y les trato ahora y no tienen nada que ver. Sonríen cuando te cuentan sus andanzas por la carretera. Hay un antes y un después de la moto.


Cuando llega el fin de semana, dejan sus trabajos respectivos y se planifican una nueva aventura por las carreteras de España. Ellos son los que consiguen descubrir y visitar parajes solitarios, llenos de un silencio atronador, donde los riachuelos son cristalinos y hasta te rozan los helechos. Especie que yo creí desparecida. Pero no, siguen ahí, eso sí, desde la ciudad no se ven.

Preparan su moto con mimo, la limpian como si fuera un hijo al que bañas y perfumas. Siempre ha de estar a punto, porque si algo tienen los moteros es que se preocupan por saber la mecánica de su moto. Les gusta poner detalles identificativos. Van muy bien equipados tanto en invierno como en verano y cumplen escrupulosamente las normas de circulación.

No les interesa la velocidad, ni acelerar de 0 a 100 en 3 segundos y medio. Ellos sólo aspiran a formar un todo entre la máquina y el hombre. La moto se convierte en una prolongación de ellos mismos. Cuando al principio hablaba de hermanamiento, me refería al buen rollo que tienen entre ellos. Internet se ha convertido en su gran aliado. A través de webs, foros, blogs, etc …, hacen quedadas, se informan unos a otros de eventos, y eso hace que la relación se estreche cada vez más. Es normal, a medida que entras en ese mundillo acabas coincidiendo con gente y según la afinidad entablas relaciones de fuerte amistad.

Los moteros nacen o se hacen?. Yo pensé que se hacían, pero la sensación que tengo es que el motero de verdad, lo es desde que nace. El único escollo que se encuentra es que hasta que no ha tenido una edad no ha podido disfrutar de la moto de sus sueños. Quizás, por esa espera es por lo que se deleitan en su conducción, hasta el punto de que máquina y hombre se fusionan formando un equipo perfecto.

El motero es respetuoso con el medio ambiente, no tira colillas, ni envases a la carretera. No bebe y si lo hace es porque no va a coger la moto en las próximas horas. Es solidario, lo que viene a ser lo mismo que humano. Esto aunque parezca increible es difícil de ver hoy en día. La gente por norma general, tiene miedo a ayudar o muestra indiferencia, es decir, se deshumaniza. Eso en los moteros, no se ve. Es gente interesada por conocer sitios, su cultura, costumbres y ya de paso su gastronomía. Yo cuando veo a un motero/a siempre pienso que tienen pinta de paladear un buen reserva o crianza.

Lo mejor de estos buenos moteros es que no circulan sorteando coches. Ellos avanzan en un atasco por el arcén y si no pueden se paran. Y ya está. El motero es más humano, está más evolucionado?. No lo sé, pero me gusta su filosofía, y más me gustaría que se la inculcaran a sus hijos, sobrinos, e incluso nietos. Eso sí, yo soy, y de momento seré, fiel al coche.