Todos somos culpables (I)

Ruanda es un país centroafricano muy montañoso, situado entre los grandes lagos de Africa. Alta densidad demográfica, suelos poco fértiles y un clima variable forman un cóctel de pobreza endémica y crónica desnutrición. En un principio, el territorio ruandés estuvo habitado por los pigmeos de origen twa (batwa) en la actualidad marginados y dedicados a una agricultura de subsistencia.
En el S. XI llegaron los hutus, que convivieron en paz con los twa y dedicados a la agricultura. En el S. XIV, llegaron los tutsis, dedicados a la ganadería, pero va a ser en el S. XVI cuando los tutsis inicien una campaña militar contra los hutus y a pesar de tener un 14% de la población conseguirán convertirse en señores de la mayoría hutu (85% de la población). A partir de ese momento, los hutus pagarán un diezmo de sus cultivos a los tutsis.
Y en esas estamos, cuando en el S. XIX llegan los alemanes , que sin complicarse mucho la vida deciden gobernar la colonia apoyándose en la casta dominante (los tutsis). Terminada la Primera Guerra Mundial (1918), por el Tratado de Paz de Versalles, estas posesiones pasan a ser de dominio belga, que hacen lo mismo que los alemanes, se apoyan en los tutsis. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, surgen movimientos de independencia por toda Africa y en Ruanda, como no, son los tutsis los que las encabezan. Los belgas, que ven venir el tema, deciden empezar a apoyar a los sumisos hutus, y van a llevar a cabo algo increíble, deciden por arte de magia considerar a un tutsi con menos de 10 vacas como un hutu y por tanto, les imponen trabajos forzados, a eso le llamo “tacto diplomático”.


En 1959 los tutsis tenían el poder, pero fruto de la lucha de clases financiada por el imperialismo belga, se produjo una revolución campesina en Ruanda, formada por hutus, que reclamaban igualdad de derechos y se encargaron de matar con ensañamiento a miles de tutsis que decidieron no huir. De forma que 2 años después, con el apoyo de los belgas, los hutus toman el gobierno y declaran la República de Ruanda. Este es un claro ejemplo de nueva república en la que se vende que es el pueblo el que tiene el poder, pero éste sigue bajo el imperialismo belga, sólo que en esta ocasión ha necesitado generar un conflicto de clases para poder permanecer en el poder, con el grupo contrario, en este caso, los hutus.
Hasta 1964, los tutsis se diseminan por los países fronterizos como Uganda, Congo o Burundi, y es en 1973 cuando el general hutu Habyarimana da un golpe de estado en medio de otro conflicto étnico entre hutus y tutsis y lo “gobernará” con mano de hierro, controlando todos los poderes hasta 1994, cuando el avión en el que viajaba se estrella. Su política estuvo centrada en acabar con la oposición tutsi utilizando el racismo como arma fundamental para que se llevaran a cabo masacres contra esa población de forma encubierta, a través de los paramilitares hutu.
Se confeccionaron listas para matar a todos los tutsis e incluso a hutus que les ayudaban y que veían en el proceder de su dirigente a un loco racista sin escrúpulos. Por qué Bélgica seguía estando por detrás, en la política de Ruanda? pues porque realmente Ruanda no contaba con muchos recursos naturales, y las continuas sequías diezmaban al país y esto hacía que tuvieran una dependencia económica con Bélgica.

Continuará ...