Madrid - Barça

Ayer, se produjo uno de esos acontecimientos interplanetarios, que diría Leire. Como siempre que las cosas marchan mal, pan y circo y si marchan peor, se dobla la ración de pan y circo. En este caso, el pan es cerveza y el circo es fútbol. Qué tendrá el fútbol que mueve masas de gente incontables?. Pues no tiene nada. Me explico. Tiene lo mismo que la Fórmula 1, que antes le gustaba a 4, y cuando Telecinco y luego la Sexta montan el circo mediático entorno a este deporte, resulta que no sólo todo el mundo sigue la fórmula 1, sino que hasta entienden de motores, accesorios y tecnología punta usada en estas máquinas de correr. O tiene lo mismo que cualquier otro deporte o actividad. Lo importante, es meterlo por lo ojos al gran público.

En definitiva, qué le gusta a la masa?, lo que le ponen. Y ahora lo que toca es Madrid-Barça. Ojo, yo también lo ví. Formo parte de la masa, lo reconozco, no como Mourinho que no reconoce sus errores tácticos. Y encima voy a hacer un análisis del partido. El encuentro fue muy malo en el aspecto vistoso, menos trabado que el de la final de copa pero con muchas faltas, demasiado táctico, con estrechamiento del campo que obligaba a juntar líneas a ambos equipos y jugar en poco espacio. Juego muy feo para el espectador.


Madrid y Barça se respetan a tope y se temen mutuamente y eso se notaba. Bien es verdad, que como el Barça tiene mejor equipo, intentaba jugar más, mientras el Madrid tenía como misión defender, contener y si podía dar algún zarpazo, pues eso que se llevaba. Así transcurrió, hasta la fatídica tarjeta roja a Pepe. Señores y señoras, eso no es tarjeta roja. Pues bien, el partido se tensionó, y el Barça se vino un poquito arriba. Se veía que si alguno podía ganar el partido, ese era el Barça, salvo sorpresa del Madrid a balón parado.

Luego, Messi, Xavi y compañía desplegaron lo que saben hacer, que es jugar, mientras otros desplegaron su afición al arte dramático como Pedrito, Busquets o Dani Alves. Pero no me interesa, este aspecto del partido. Ayer, me quedé a ver la rueda de prensa de los entrenadores, las entrevistas a jugadores, lo que se llama de forma rimbombante el “post-partido” y hubo cosas curiosas. Mourinho, me parece salvando las distancias el Risto Mejido del futbol. Un tio, que hace su papel de provocador, caldea ambientes, distrae errores y para qué negarlo, tiene muy mal perder. Pero es un tío que tiene un factor impredecible, y ayer hizo declaraciones que se salen de lo políticamente correcto, es decir, se salen de la basura de corrupción y negocio putrefacto que rodea el mundo del fútbol. El resto de los que salieron decían cosas vacías y en modo “robot”, como diciendo, me han puesto la alcachofa y suelto el rollo de siempre.

En su mal perder, Mou dejó caer una serie de sospechas, que si se analizan en condiciones y se contrastan a lo largo de la historia del fútbol, tampoco nos deberían extrañar nada. Si el Barça está bien situado entre los grandes poderes, si hay personajes poderosos que influyen en su éxito, si hay árbitros que actúan de forma nada racional ante hechos, que ocurren diariamente en los campos de fútbol y en ocasiones ni se sancionan (véase la patada de kárate del holandés a Xavi Alonso en la final de la copa del mundo), pero que demuestran estar al dictado de instancias superiores, si todo esto y más, es así, que duda cabe que esto no es un deporte. Algo que muchos ya sospechábamos. Ojo, y que quede claro, que para mí el Barça es el mejor equipo del mundo, pero el futbol tiene una cosa y es que no es una ciencia exacta.

Ahora saldrán jerifaltes de los organismos del futbol que están todos corrompidos hasta el tuétano y junto con los apoyos mediáticos de pseudo-periodistas que están en nómina de estos organismos y comenzarán una campaña de defensa del futbol y que es una vergüenza que un noble deporte como este, se ensucie de esta manera, cuando es un ejemplo para millones de personas, bla, bla, bla. Y seguirán con el rollo ese de que hay muchos chavales que juegan honradamente en las categorías inferiores y decir cosas así es jugar con la ilusión de ellos, pero por supuesto, de dichos chavales no se acuerdan nunca. Y es que tantas recepciones, cócteles, viajes de expediciones y mamoneos varios impiden que estos mandatarios sátrapas del mundo futbolístico se acuerden de unos chavalines que en ocasiones juegan en campos con peligro de su integridad física. Pero vamos, que ni se acuerdan de los de segunda división B.

Pero Mourinho lleva mucho en el mundo del fútbol y sabe mucho. Y aunque esté rabioso y no reconozca sus errores, cuando le sale la vena Risto, dice cosas que todos nos imaginábamos pero que no sabemos con certeza. Y claro, lo dice un tío que domina este mundillo, y en este punto, como que le haces más caso. Ahora me queda más claro, por qué Argentina ganó el Mundial a la Holanda de Johan Cruyff, por qué Corea del Sur llegó a semifinales en su Mundial (Corea-Japón), y tantas y tantas mamonadas que se diseñan con el único afán de engrosar las cuentas bancarias de gente que lleva toda la vida en este mundo y yo creo que ni envejecen. En serio, cuando yo era muy, muy pequeño ya estaba Joseph Blatter y por ahí sigue Platiní, y Villar lleva casi toda la vida en España.

En fin, que se maneja mucho dinero, porque la masa es lo que quiere y por eso paga. Siempre he dicho que la verdadera revolución comenzaría cuando la gente se quedara sin fútbol. O no, porque ya inventarían algo con lo que atraparnos y generarnos esa necesidad de defender, amar y morir por unos colores. Madre mía, y luego dicen que el ser humano es la máquina más perfecta.