La huelga, qué huelga?

Hoy es 29 de septiembre de 2.010, lo que los sindicatos llaman el 29-S, cómo les gustan este tipo de consignas!!!!. He venido a trabajar como todos los compañeros que me rodean. Miro por la ventana y los aparcamientos están a reventar, como siempre, miro los establecimientos y están abiertos como siempre. No noto nada distinto. Bueno sí, el cabreo de la gente cuando te cuentan que para coger el autobús o el metro las han pasado canutas, o que les han tenido que traer familiares, y todo por qué?

Pues porque a los sindicatos se les ha encendido la luz de alarma y han dicho: “La cosa está tan mal que tenemos que hacer algo, para que nos vean, porque sino van a decir que estamos muy callados”. El problema es que llevan mucho tiempo callados, demasiado tiempo callados, y cuando se está tan callado es porque no palpas el sentir de la gente, del mundo del trabajo y es normal.

Los sindicatos han logrado ser burgueses bien remunerados, con una productividad nula para la empresa y por tanto para el país y en su burbuja se olvidan de realizar lo que debería ser su función, estar al pie de la calle y luchar por los problemas que realmente tienen los trabajadores, como es la conciliación familiar, mayor tiempo de baja para que las madres puedan estar en casa con sus recién nacidos, que las empresas fomenten el teletrabajo (para aquellas personas que tienen hijos pequeños a los que cuidar o familiares mayores que no se valen por sí mismos) y pongan a disposición de los trabajadores autocares que hagan una ruta para la entrada y salida del trabajo, etc …, medidas que consigan beneficiar al trabajador en el día a día.



En cambio se centra toda la reivindicación en el despido, y es verdad que el despido en un momento de crisis puede ser terrible porque deja a una familia en el paro, sin ingresos y con una expectativa nula, pero si las empresas están mal y encima tienen que pagar despidos caros, mejor es que echen el cierre, sin embargo no he visto a ningún sindicato alzar la voz para que las empresas estén obligadas a engrosar una partida referida a provisiones en un porcentaje de los beneficios que obtengan cuando las cosas van bien y que sea suficiente para que cuando vengan mal dadas, con ese dinero se pueda hacer frente a despidos, etc … eso sí, nos tenemos que concienciar que un despido caro obstaculiza la creación de empleo y por tanto el crecimiento económico.

No les ví hace 2 años, cuando empezaron los despidos masivos, no les ví hace un año, cuando el gobierno decía que nos recuperábamos mientras las empresas cerraban y la que no cerraba echaba a la gente a la calle. Hombre, en esos casos es donde se les nota mucho su omisión en el cometido de la defensa de los trabajadores, y más sangrante es cuando dichos sindicatos mayoritarios (CC.OO y UGT ), no se financian íntegramente con las cuotas de sus afiliados (ese porcentaje es ridículo), sino que tiran del presupuesto, subvenciones, etc … Es decir, los pagamos todos. Pero qué pagamos realmente?, pagamos a una casta de bieninstalados que, no sólo no trabajan sino que además sólo se preocupan de que el chollo en el que están no se les acabe, porque “así se vive muy bien”, ir de obrero siendo un señorito, eso es casi tan ridículo como cuando ves a un señorito dándoselas de obrero.

Además es indispensable que esta gente tenga conocimientos de economía, pero no de un curso de CCC, sino con titulo acreditado, porque para defender propuestas que afectan a la economía y al mercado por el dinero que se mueve, no podemos depender de personas que por lo visto hasta ahora, demuestran tener muy poca formación económica.

Seguramente al final de la jornada, los sindicatos dirán que la huelga general ha sido un éxito. Sinceramente, me da lo mismo si ha sido un éxito o no. Porque cuando ellos hablan de éxito, hablan de su éxito, de su capacidad para reclutar a trabajadores que les sigan en sus actos y demostrar de esa forma su razón de existir.

No lo considero éxito de los trabajadores, porque éxito es reclamar acciones al Gobierno cuando se ve que el trabajo se está perdiendo y que las empresas tienen que cerrar, como se ha hecho en otros paises y no llegar a un punto de casi no retorno, donde miles de familias lo están pasando muy mal, mientras estos supuestos representantes de los trabajadores callaban estrepitosamente.

Creo que si el seguimiento de esta huelga es minoritario y carezco de datos en estos momentos para decirlo, habría que replantearse muchas cosas y entre ellas, la forma en la que se estructuran los sindicatos. No puede ser que dichos sindicatos estén subvencionados por el Gobierno, puesto que las reivindicaciones que se deberían realizar contra quién toma las decisiones en temas laborales y tiene el poder para ejecutarlas, no se realizan por temor a perder unas prebendas que dota de enormes privilegios a “nuestros representantes laborales”. Por ello, sería de agradecer, que los sindicatos se financiaran con las cuotas de sus afiliados, como hacen otros sindicatos, por ejemplo USO.

No puede ser que mientras en este país tenemos casi 5 millones de parados y un panorama desolador a nivel laboral, los sindicatos monten circos. Habrá guerra de cifras, que eso les gusta mucho, pero a mí no me la dan. Liberados ¡¡¡a trabajar!!! ¿priviliegios? los justitos y bien justificados y su financiación? que la busquen convenciendo y ayudando al trabajador y así vuelven a recuperar un prestigio perdido hace mucho tiempo.